¿Por qué en el verano hace calor?
Una de las épocas más amadas y odiadas es el verano, este momento del año donde las temperaturas suben de forma exagerada, provocando una ola de calor que resulta insoportable en muchos casos.
Aunque hay personas que aprovechan la oportunidad para ir a la playa o a la piscina, lo cierto es que sigue creciendo la duda del por qué hace tanto calor durante esta época del año.
El aumento del calor en verano
Una curiosidad bastante peculiar sobre esta temporada calurosa, es que la Tierra se encuentra más lejana del Sol, y aunque parezca algo ilógico, tiene su explicación. La Tierra órbita alrededor del sol de manera elíptica y no circular, esto provoca que no se mantenga a una misma distancia del sol.
El eje de giro del planeta no pasa por los polos, sino que se encuentra inclinado, provocando que el hemisferio norte se encuentre más expuesto a la radiación solar, generando que allá un mayor calor en estos meses del año.
La inclinación de la desviación del planeta es de 23 grados, por lo que los rayos inciden de forma casi perpendicular sobre la atmósfera, elevando la temperatura.
Además, la radiación solar se concentra en un espacio más reducido, lo cual no ocurre durante el invierno, de esta manera la temperatura durante el verano es mayor que en otras fechas, a pesar de que el planeta esté más lejos del sol.
Las ondas de calor
Con la llegada de las altas temperaturas, es común escuchar hablar sobre las ondas de calor. Se producen cuando la elevada presión en la atmósfera, empuja el aire caliente hacia el planeta.
Cuando el aire se comprime, se calienta más, generando una mayor sensación de calor durante el verano.
Además, el sistema de alta presión que tiene contacto con el suelo, se expande de forma vertical, provocando que otros sistemas climáticos deban modificarse. La cubierta de viento es menor y hay menos nubes, provocando que el aire sea más sofocante.
Las ondas de calor son capaces de permanecer en una misma zona por varios días seguidos.
Los domos de calor
Durante el verano también se producen los domos de calor. Estos nacen cuando el suelo caliente pierde la humedad, aumentando su temperatura, lo cual es más habitual en sitios con sequía.
Cuando el calor atrapado se sigue calentando, el sistema funciona igual que la tapa de una olla, motivo por el cual tiene este nombre. Los domos de calor son capaces de elevar las temperaturas hasta 38 grados, temperaturas elevadas que pueden incluso matar a las personas.
Hoy día se sabe que este fenómeno meteorológico es posible, por culpa del cambio climático que sufre el planeta.
¿Qué hacer ante una ola de calor?
El verano es la oportunidad perfecta para salir a refrescarse en la playa o en una piscina. Sin embargo, no todas las personas viven esta época de la misma manera, llegando a experimentar altas temperaturas que ponen en riesgo su vida.
Hay varios consejos que se pueden utilizar para soportar las elevadas temperaturas de una mejor manera, sin dañar la salud y el resto de actividades planeadas para esta época.
Lo primero es acostumbrarse al fuerte calor, para esto, hay que aclimatarse pasando varias horas del día al aire libre, pero de forma gradual. Esto permite al cuerpo adaptarse mejor al calor del verano.
Lo recomendado es salir durante la mañana y la noche, evitando el mediodía donde el calor es más fuerte. El descenso de uno o seis grados en la temperatura, se puede notar fácilmente en este tiempo, facilitando la adaptación del cuerpo al calor.
Es importante que las personas conozcan los signos de agotamiento e insolación, para atenderlos de inmediato. Cuando se sufre de un golpe de calor, se suda en gran cantidad y se sienten náuseas. También se pone la piel roja y caliente al tacto, similar a la fiebre.
Si el cuerpo padece de insolación, se requiere de atención médica, ya que se deja de sudar y se aumenta la temperatura central del cuerpo de forma rápida y descontrolada, lo cual es grave para la salud y el bienestar.
Además de conocer estos signos, las personas deben aprender cómo tratarlos para evitar mayores problemas.
Es necesario mantener una buena hidratación, bebiendo mayormente agua, en lugar de bebidas energéticas o refrescos, las cuales no son capaces de hidratar de forma correcta el cuerpo.
También se pueden usar compresas de hielo en las axilas o en la ingle, o sentarse al lado del ventilador, o el aire acondicionado de ser posible. Esto ayudará a que el cuerpo se refresque, desciendo la elevada temperatura.
Tampoco hay que presionar durante esta época, no es necesario salir todos los días en las horas de mayor calor, o ir a practicar deporte diariamente.
Lo mejor es descansar en casa, saliendo en situaciones puntuales o para ir a lugares donde sea posible refrescarse, esto ayudará a reducir los efectos negativos de las olas de calor durante el verano.
Tomando estas medidas, las personas pueden enfrentar mejor la llegada del calor en el verano, logrando que la época sea más agradable y disfrutable.